La nueva Ley de Movilidad Sostenible para 2023 es una normativa que busca modernizar la movilidad en España y contribuir a descarbonizar el transporte, que es responsable del 27% de los gases de efecto invernadero en el país. Esta ley se estructura en cuatro pilares principales:
- La movilidad como derecho.
- Hacer frente al reto de la emergencia climática.
- Mejorar la calidad de las decisiones de inversión y gasto.
- La digitalización y apoyo a la innovación.
En Madrid, esta nueva ley tendrá un impacto significativo en la forma en que se desplazan las personas y en cómo se transportan los bienes. Por un lado, se promoverá una forma de desplazamiento más limpia y saludable, apoyando el uso del transporte público, los vehículos eléctricos y la bicicleta para el transporte diario. Por otro lado, se reforzará el papel de las zonas de bajas emisiones, que ya están reguladas por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y que acaban de entrar en funcionamiento en toda España con la llegada de 2023.
El papel de las empresas
En cuanto a las empresas, las con más de 500 empleados deberán elaborar planes de movilidad sostenible en el trabajo, donde se facilitará el uso del transporte público o compartido, los vehículos eléctricos o la bicicleta para su transporte diario. Esto incentivará el crecimiento de la movilidad sostenible, en el que estaban inmersas las empresas del sector en general y el renting en particular.
La digitalización es otra de las claves de la ley ya que incluye la creación del Espacio Integrado de Datos de Movilidad (EDIM), donde empresas de transporte, gestores de infraestructura y administraciones compartirán sus datos, buscando con esta iniciativa optimizar la toma de decisiones relacionadas con las necesidades de movilidad en base al análisis de la información.
¿Qué pueden hacer los transportistas?
Ante la obligatoriedad de cumplir con las nuevas leyes de bajas emisiones, muchos transportistas con furgonetas consideradas contaminantes se han encontrado con que sus vehículos de trabajo no son considerados aptos para moverse por el centro de Madrid, haciendo que tengan que elegir entre 3 decisiones:
1. Comprar una nueva furgoneta.
Esto, como todo, tiene sus pros y sus contras. Como pros, podemos hablar sobre que una furgoneta nueva siempre va a ser mucho más eficiente, tanto mecánicamente como a nivel de consumo, pero tiene otros contras, que cada vez preocupan más a los profesionales de volante, como son los gastos en mantenimiento, precio de los seguros anuales, y la gran temida, depreciación. Y es que se debe tener en cuenta que en el mismo momento en el que una furgoneta sale del concesionario, pierde un 10% de su valor, el cual continúa descendiendo de manera progresiva.
2. Comprar una furgoneta de segunda mano.
Esta opción ahora mismo es menos popular, ya que el mercado de furgonetas de segunda mano con certificado ecológico es menor y en el caso de las furgonetas eléctricas, actualmente no es fácil evaluar el estado de la batería, el cuál es su componente más importante.
3. Alquilar una furgoneta.
El hecho de alquilar una furgoneta es cada vez una opción más popular. A diario son más los transportistas madrileños que optan por el alquiler de furgonetas en Madrid como solución a estas nuevas necesidades climáticas. ¿Por qué?, destacamos 2 de sus principales ventajas.
- Mayor flexibilidad: Puedes tener el tipo de furgonetas que necesitas, cuando la necesites. Sea grande, pequeña, paquetera, frigorífica. Puedes conseguir en el mismo día lo que estés buscando.
- Mayor despreocupación: Quien tiene una furgoneta eléctrica o híbrida, sabe que las reparaciones son más caras que con una furgoneta de motor convencional, y viven con la preocupación de que sus furgonetas se estropeen. El alquiler te ayuda a que esto no sea nunca un inconveniente.
En resumen, la nueva Ley de Movilidad Sostenible para 2023 tiene como objetivo modernizar la movilidad en España y contribuir a descarbonizar el transporte, y en Madrid se promoverá el uso de transporte público, vehículos eléctricos y bicicletas, así como se reforzará el papel de las zonas de bajas emisiones y se promoverá la digitalización y el análisis de datos para optimizar la toma de decisiones relacionadas con la movilidad.