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La Dirección General de Tráfico (DGT) ha endurecido el límite de alcohol permitido, poniendo freno a los conductores profesionales, que deberán abstenerse de consumir alcohol antes de ponerse al volante. A partir del próximo año, el nuevo límite pasa de 0,5 al 0,2 gramos por litro de alcohol en sangre (o de 0,25 miligramos por litro de aire aspirado a 0,10) para todos los conductores, incluidos los transportistas que se encontraba en 0.3.
Esta medida se toma con el objetivo de reducir el impacto del alcohol en los accidentes de tráfico, que actualmente representa la segunda causa de mortalidad en las carreteras de nuestro país, con un 29% de los accidentes mortales ocurridos el año pasado. Cifra que además no para de aumentar año a año. De hecho, en 2020 supuso el 27% de los accidentes mortales.
Desde Covey alquiler de furgonetas, apoyamos estas iniciativas, buscando siempre concienciar sobre la importancia de la seguridad al volante. Estamos convencidos de que la seguridad al volante debe ser una prioridad para todos los conductores, tanto profesionales como particulares. En nuestro día a día promovemos la importancia de la responsabilidad vial, especialmente en un sector como el del transporte, donde la concienciación y la prevención son clave para evitar accidentes.
La nueva normativa establece una “tolerancia cero” para transportistas, taxistas y conductores de VTC, entre otros, reduciendo un 30% el límite máximo de alcohol permitido (de 0.25 mg/I a 0,10 mg/l.) a partir de enero de 2025.
Esto implica que incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden acarrear sanciones para los conductores profesionales, que deberán abstenerse completamente de consumir alcohol. De hecho, las multas por superar este límite oscilan entre los 500 y 1.000 euros, con una posible reducción del 50% si se paga en los primeros 20 días.
El objetivo es alinearse con países como Suecia y Noruega, donde ya cuentan con límites similares e intentar alcanzar la cifra de cero víctimas mortales en las carreteras españolas. De hecho en 2023 hubo 1.145 fallecidos en accidentes de tráfico, de los cuales 75 fueron conductores profesionales.
Estos cambios forman parte de la estrategia de la DGT para combatir la siniestralidad vial causada por el consumo de drogas y alcohol que actualmente es la segunda causa de siniestralidad mortal en nuestro país. Y es que la mitad de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico en 2023 habían consumido alcohol o drogas. Así mismo, la campaña de control de carreteras realizada en agosto de este mismo año reveló la gravedad de este problema: durante solo una semana, 3.801 conductores fueron cazados bajo los efectos del alcohol u otras sustancias.
La nueva normativa introduce el concepto de "tolerancia cero" para los conductores profesionales.
Esto implica que, con el nuevo límite de 0,10 mg/l, bastaría con una cerveza o una copa de vino para superar el límite permitido. Medida que la DGT ha justificado basándose en los estudios que demuestran que incluso cantidades muy pequeñas de alcohol pueden afectar a la capacidad de reacción y la toma de decisiones al volante.
En general, esta medida ha sido bien recibida por las asociaciones de transportistas, que consideran que es un paso hacia la mejora de la seguridad en las carreteras.
Incluso la Federación Nacional de Transporte de España (Fenadismer) ha celebrado la rebaja de los límites de alcohol permitidos a todos los conductores y no solo a los profesionales, como se hizo público en un primer momento, cuando expresó su preocupación, argumentando que la normativa podría dar la impresión de que los conductores profesionales eran los principales causantes de accidentes por alcohol, cuando en realidad representan solo una pequeña fracción del total de siniestros. De los 1.145 fallecidos en 2023, solo 75 fueron conductores profesionales
Está reducción del límite de alcohol permitido forma parte de una amplia estrategia de la DGT que busca una movilidad más segura. En este contexto se han incrementado los controles de alcoholemia en las carreteras y se están intensificando las campañas de concienciación sobre los peligros del alcohol y las drogas al volante.
Pero además, se prevén cambios en la protección de usuarios vulnerables como son los peatones y los ciclistas, y se establecen nuevas medidas de control del tráfico urbano.
Las multas para conductores que superen el límite de alcohol permitido pueden ascender a 1.000 euros, con una reducción del 50% si se abonan en los primeros 20 días.
Conductores en general:
Conductores noveles o profesionales:
Cuando la Tasa de alcohol supera los 0,60 mg/l en aire espirado (o 1,2 g/l en sangre), se considera un delito contra la seguridad vial y las consecuencias son penales.
