Sí existe un líder europeo en la logística del frío ese es España. Una industria que se ha formado en torno al sector hortofrutícola, industria en la que somos productores líderes indiscutibles.
Y es que la importancia de este sector radica precisamente en eso: en el transporte de mercancías perecederas desde los principales mercados de origen gracias a nuestra gran conectividad mundial directa. Así que sí lo que quieres es saber cómo es la logística del frío aquí, a continuación, os lo contamos todo.
Todo lo que debes saber de la logística del frío en España
La producción mundial del sector hortofrutícola supera con creces los 2.100 millones de toneladas de mercancías, de las cuales casi 40 millones de toneladas se producen directamente en España (liderando la clasificación de la UE-28).
La logística del frío en España abarca desde el transporte, el almacén y las zonas de venta. Y cada vehículo debe adaptarse a ello, porque, por ejemplo, las fresas no necesitarán de las mismas condiciones de temperatura que la carne, por ejemplo.
¿Existen varios sistemas en la logística del frío?
Sí. Resulta que importa el tiempo que el producto vaya a ser sometido al frío de la cadena. Y por supuesto, las temperaturas variarán en base a ello.
Por ejemplo: si las temperaturas son inferiores a los 0 grados centígrados e incluso alcanzan los -20 o -30 grados, el método de conservación en frío que se emplea será a largo plazo.
Pero sí las temperaturas son superiores a los 0 grados sin llegar a alcanzar los 10 grados, entonces el mecanismo a utilizar será el de refrigeración, que es un sistema de corto plazo.
Las temperaturas deben ser exactas
Es probablemente el máximo reto de las cadenas de frío y sobre todo, la base de su éxito. Resulta que cada producto requiere una temperatura exacta y no siempre es sencillo alcanzarla, porque no es lo mismo mantener a -4 grados un kilo de carne, por ejemplo, que hacerlo con 10 toneladas de carne.
De hecho, se debe tener presente que más fríos no es mejor, ya que se pueden dañar los productos.
Por ejemplo, una manzana congelada, (el congelado es el método más rápido para preservar el aspecto de la fruta) al descongelarse se vuelve aguada y no es atractiva para el consumidor.
Como curiosidad, el producto más difícil de transportar no tiene que ver con frutas, verduras o carnes, sino que es el chocolate, que debe estar siempre a 16 grados, ya que, si no, se corre el riesgo de que se deforme o se separe, dependiendo del tipo de chocolate que se transporte. Y además, el chocolate blanco es el que presenta mayores dificultades.
El alquiler de vehículos frigoríficos personalizados es crucial para garantizar que el producto obtenga los niveles de temperatura y las condiciones de viaje que le permitan llegar a su destino en óptimas condiciones.