Covey Alquiler
Para cualquiera que acabe de vivir la aventura de recorrer el Pirineo Aragonés en camper, no cabe duda que es una experiencia única para disfrutar de paisajes que se graban en la retina. Lo ideal para dar comienzo a esta aventura es pillar un alquiler camper Barcelona, teniéndola ya lista para salir y aprovechar al máximo el viaje.
Lo mejor de todo es que vas a tu ritmo. ¿Te ha conquistado un sitio? Te quedas. ¿Quieres refrescarte? Sé un aventurero, acércate a algún río y date un buen baño. ¿Te apetece desconectar del mundo? Lo harás, durante todo el viaje. Porque recuerda, viajando en camper tienes toda la comodidad sin perder ese toque de aventura y locura.
Este sitio es el punto de partida perfecto por ser la puerta de entrada al Valle de Tena; está justo a la entrada del Pirineo. A pesar de tener una imagen algo industrial, Sabiñánigo también carga historia por detrás: puedes descubrirlo visitando el Museo Ángel Orensanz, que es de arte popular aragonés (para los culturetas del grupo), y el Castillo de Larrés, que es un museo de dibujo con ilustraciones brutales.
Lo mejor es que desde aquí podéis hacer una ruta por las Iglesias del Serrablo, peculiares porque tienen una arquitectura medieval con influencias mozárabes. Son un total de 14 Iglesias y, si las visitas, corres el riesgo de enamorarte, porque parecen sacadas de un videojuego de fantasía.
Si estás pensando ya por dónde pernoctar, te recomendamos parar en el aparcamiento de autocaravanas Pirenarium, al lado de la oficina de policía por 5€ las 48 horas. Barato, seguro y bien ubicado. Y es que cuando te despiertes con las vistas del Pirineo en el horizonte, vais a entender por qué este viaje es una pasada.
Después de tu primera parada por Sabiñánigo, es hora de seguir subiendo. A partir de ahora deberás prepararte para vistas repletas de montañas, naturaleza y carreteras muy largas que te dan ganas de explorar todo. Para continuar la ruta, tienes que hacer parada con destino doble en Biescas y Broto.
Conocido como el mirador del Pirineo, Biescas es un pueblo pequeñito pero que te va a impactar por su ambiente y, sobre todo, si amas el senderismo. Desde aquí salen varias rutas, pero, si quieres vivir la experiencia al máximo, lo suyo es que veas el Parque de Arratiecho, un bosque muy bonito con senderos sacados de películas.
En el caso de que busques una experiencia más tranquila, también puedes ir a la Iglesia de San Salvador, que es del siglo XII y además tiene unas vistas espectaculares del valle. Si te acercas a esta parada, también vas a ir disfrutando de pasear por sus calles y descubrir un poco más en profundidad Biescas.
A tan sólo 26 km de Biescas, llegas a Broto, pueblo ubicado en el Alto Aragón, ¡así que es la oportunidad para hacer fotos espectaculares de los Pirineos! Broto es uno de esos pueblos de cuento, con casas de piedra y un río que atraviesa el centro de éste. Las estrellas de este lugar son la Cascada de Sorrosal, situada al oeste del pueblo, y la Vía Ferrata, para aquellos que les gusta la aventura y escalar, ya que asciende por el lateral de la cascada.
Para dormir por la zona, tienes la opción del Camping Oto. Cuenta con una zona para campers con todos los servicios que necesitas: agua, luz, duchas...
La tercera parada que te proponemos en la ruta, va a ser increíble y va a marcar un antes y después en la experiencia: el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Lo mejor para entrar en el parque es ir hasta Torla, que es como la puerta de entrada a Ordesa. Te recomendamos dejar la camper aquí y coger una lanzadera, más que todo por la época de temporada alta.
Depende de tus preferencias, puedes elegir una de estas rutas:
Sea cual sea la ruta que elijas, tienes que considerar varias cosas importantes, como llevar un buen calzado, varias capas de ropa por si el tiempo cambia, agua y algo para comer.
Para pernoctar por aquí, puedes elegir entre varios campings para pasar la noche. El Camping Río Ara y el Camping Ordesa son buenas opciones aunque, si prefieres otro sitio más tranquilo, en Torla también hay parkings donde puedes dormir sin problema.
Como la aventura no para, tenemos una cuarta parada que promete hacerte desconectar del mundo y seguir con ganas de conocer hasta el último rincón del Pirineo Aragonés: los pueblos de Panticosa y Lanuza. Salimos del Parque Natural dirección Biescas y nos desplazamos al norte, a Panticosa.
Aquí hay 2 opciones: o te das un respiro y te metes en modo relax total en el balneario, o sigues dándolo todo con deportes de aventura. Si optas por lo primero, para unas aguas termales rodeadas de montañas que parecen sacadas de un sueño. Y si eres algo inquieto y prefieres acción, hay rutas de senderismo, bici de montaña y hasta barranquismo en los alrededores. Algunos puntos de interés de esta parada son la Iglesia de la Asunción o el puente de Concellar.
Para dormir, no hay que complicarse: el aparcamiento de la estación de esquí es un buen sitio para pasar la noche. Es gratis, tranquilo y con vistas increíbles, aunque sin servicios, así que mejor llegar preparados.
Lo siguiente que tienes que conocer es Lanuza, lugar reconocido y con mucho movimiento en verano por el Festival internacional de las Culturas, donde se presentan artistas de todas partes del mundo. Es un pueblo pequeñito con casitas de piedra y madera, que está justo al lado del embalse, que refleja las montañas como un espejo. Puedes dar un paseo por el embalse o alquilar un kayak y disfrutar por el Embarcadero Suscalar (abierto de mayo a agosto).
Para pasar la noche, a las afueras de Sallent de Gállego hay un aparcamiento de autocaravanas donde puedes quedarte sin problema.
Ruta Pirineo Aragonés, parada 5: Formigal & Ibones de Anayet
¡Ya estamos en la quinta parada y vaya que nos espera una de las mejores! Después de recorrer esos paisajes de locura, la parada en Formigal e Ibones de Anayet no podía faltar. Formigal es ese lugar que tiene todo para descansar y seguir desconectando del mundo entre montañas y, si eres más de caminar, los Ibones de Anayet te van a dejar sin palabras.
Entre todas las cosas que ver de Formigal, el mirador es la mayor locura. Las vistas del valle y los Pirineos te dejan como si estuvieras en una postal. En la temporada fría tienes que disfrutar de deportes de invierno: anímate y esquía, ¡no hace falta ser un experto! Si eres más de relax, también es buena ocasión para darte un paseo por la nieve.
El cierre perfecto para esta ruta, Ibones de Anayet. La caminata hasta los lagos formados por el deshielo es impresionante, todo paz. No te olvides de sacar un par de fotos del pico Anayet y el Midi D'Ossau, a apenas 9 km de la frontera francesa. Vas a descubrir con tus propios ojos que el paisaje es de película. Si aún tienes energía y no se te hace demasiado tarde, este día puede ser el regreso a Barcelona o, si preferís seguir disfrutando, otra noche en plena naturaleza.
Después de descubrir esta ruta, lo único que debes tener claro es que ahora es el momento de planear esta aventura. Va a ser una experiencia que nunca olvides, y que deseamos que vivas con toda la libertad de explorar los rincones más especiales y secretos del Pirineo Aragonés con las Camper de Covey, sin prisas, sin preocupaciones. ¡Pon fecha a tu viaje, haz las maletas y sal a la aventura!
