Con la llegada de las restricciones y el confinamiento por COVID-19, las economías de los diferentes países se vieron impactadas de forma alarmante. Sobre todo, porque si nadie podía salir, nada podía trasladarse.
Y aunque algunos sectores obtuvieron licencia para poder seguir funcionando con “cierta normalidad”, el transporte de mercancías del sector agrario fue impactado de lleno, convirtiéndo la movilidad en un problema de máxima prioridad.
Una situación, que en el sector agrario andaluz se vió agravado, acentuando los problemas ya existentes y siendo necesario un tratamiento más en detalle de la cuestión.
En regiones como Córdoba, para llevar a cabo la recolección y distribución de productos y materias primas del sector, las empresas agrícolas solían recurrir al alquiler de furgonetas por horas, para evitar invertir en una flota de vehículos y ahorrarse gastos innecesarios derivados de la explotación.
¿Cómo afectó esta situación al sector?
Muchos productos del sector agrícola se vieron limitados por la falta de salida en el mercado, como la carne de cordero o las flores. En general, todo el sistema de producción y distribución se vio afectado ya que los problemas de movilidad del personal empezaron a trasladarse a la cadena.
Con las restricciones y el distanciamiento social, la demanda de alquiler se disparó en muchas ciudades de España, por ejemplo el alquiler de furgonetas en Cordoba permitió cubrir las necesidades profesionales cumpliendo con las normativas.
Además, durante esos primeros meses de pandemia muchos de los vehículos empleados en la agricultura, como camiones, tractores o furgonetas, fueron utilizados para la desinfección de ciudades y acciones sanitarias de interés, dificultando aún más la disponibilidad y el desarrollo normal del sector.
¿Cuál es la situación actual después de la pandemia?
El objetivo prioritario en el transporte de mercancías del sector agrario siempre ha sido poder recolectar y distribuir los productos en el menor tiempo posible. Sobre todo porque los productos de la cosecha, como frutas y hortalizas son muy susceptibles a dañarse con los retrasos.
Ahora, además, el transporte de mercancías del sector agrario exige una personalización del servicio. Esto implica que no cualquier vehículo puede transportar los productos. Y aquí, el alquiler de furgonetas se presenta como una gran solución para resolver esta necesidad.
No es lo mismo transportar manzanas o granos de café que pescados y carnes. Muchas frutas y verduras son de temporada, por lo que además su recolección debe ser rápida y eficiente para evitar las pérdidas.
Además, toda la documentación de los vehículos debe estar siempre lista y actualizada, disponible para cualquier imprevisto que pueda surgir en el tránsito en carretera.
El sector del transporte se está recuperando de los estragos causados durante la crisis sanitaria. Lo cual es beneficioso para el cliente, ya que los costos de producción habían aumentado drásticamente con la falta de personal, movilidad y restricciones transitorias impuestas. Las regulaciones se han flexibilizado y la vacuna ha permitido a más trabajadores recuperar su normalidad.
Una nueva normalidad que en España vuelve a parecerse cada día más, a la normalidad de siempre.